La atmósfera de Venus está compuesta principalmente de dióxido de carbono (CO2), que representa aproximadamente el 96.5% de su composición total. Esta atmósfera densa y espesa crea un fuerte efecto invernadero, atrapando el calor y convirtiendo a Venus en el planeta más caliente del sistema solar, con temperaturas superficiales que promedian alrededor de 467 grados Celsius (872 grados Fahrenheit). Esta alta temperatura no se debe solo a la proximidad de Venus al Sol, que es el segundo planeta desde el Sol, sino principalmente a la extensa presencia de dióxido de carbono.
Además de CO2, la atmósfera de Venus contiene aproximadamente un 3.5% de nitrógeno (N2), y trazas de otros gases como dióxido de azufre (SO2), vapor de agua (H2O) y varios otros compuestos. La presencia de nubes de ácido sulfúrico en la alta atmósfera le da a Venus su apariencia amarillenta característica. Estas nubes están compuestas de pequeñas gotas de ácido sulfúrico y crean superficies altamente reflectantes que contribuyen al brillo del planeta cuando se contemplan desde la Tierra.
La presión atmosférica en Venus es aproximadamente 92 veces mayor que la de la Tierra a nivel del mar, equivalente a estar casi un kilómetro (más de media milla) bajo el agua en la Tierra. Esta inmensa presión es el resultado de la densa capa de nubes y de la concentración de CO2, que impiden que el calor escape, llevando a un efecto invernadero descontrolado. Las condiciones de presión y temperatura hacen que sea increíblemente difícil para las naves espaciales operar en Venus, lo que resulta en una exploración limitada.
Los estudios sobre la atmósfera de Venus, particularmente sus niveles de dióxido de carbono, ofrecen perspectivas importantes sobre los procesos planetarios, los sistemas climáticos y el potencial para estudiar exoplanetas con composiciones atmosféricas similares. Comprender la atmósfera de Venus no solo nos ayuda a aprender sobre nuestros planetas vecinos, sino que también ofrece información crítica sobre el cambio climático y los efectos de los gases de efecto invernadero aquí en la Tierra.