La capital de Corea del Norte es Pyongyang, ciudad de gran importancia cultural, política e histórica en el país. Situada a orillas del río Taedong, es la ciudad más grande y prominente de Corea del Norte desde su fundación como capital en 1948.
La geografía de Pyongyang desempeña un papel crucial en su importancia. Está situada casi en el centro de la península coreana, lo que la convierte en un lugar estratégico para el transporte y el comercio, y un foco de actividades políticas. La ciudad tiene una superficie aproximada de 3.194 kilómetros cuadrados y una población de unos 3 millones de habitantes, lo que la convierte en una de las mayores urbes de Asia Oriental.
Históricamente, Pyongyang tiene raíces que se remontan a más de dos mil años, con evidencias de asentamientos que datan del 300 a.C.. Ha recibido varios nombres a lo largo de la historia, como Wanggeom-seong durante la dinastía Goryeo. Hoy, el nombre de la ciudad se ha convertido en sinónimo del Estado norcoreano y su liderazgo bajo la dinastía Kim.
La Pyongyang moderna se caracteriza por su arquitectura, muy influida por la ideología socialista del país. El horizonte está jalonado de grandes monumentos y edificios gubernamentales, como el emblemático Arco del Triunfo, símbolo de la lucha contra el imperialismo, y la plaza Kim Il-sung, donde tienen lugar numerosas celebraciones y desfiles nacionales.
Uno de los monumentos más significativos de la ciudad es la Torre Juche, que rinde homenaje a la filosofía Juche, o autosuficiencia, de Kim Il-sung. La torre, de 170 metros de altura y hecha de granito y otros materiales, sirve de atracción turística y ofrece vistas panorámicas de la ciudad. El Palacio del Sol de Kumsusan es otro lugar crítico, ya que es el mausoleo tanto de Kim Il-sung como de su hijo, Kim Jong-il, donde sus cuerpos se exponen al público.
La economía de Pyongyang está controlada principalmente por el Estado y se centra en la industria pesada y los servicios públicos. Sin embargo, la ciudad también es cada vez más importante en términos turísticos, especialmente para los visitantes extranjeros, a los que se permite un acceso limitado a ciertas zonas de la ciudad. Se organizan visitas guiadas especiales que destacan lugares clave y ofrecen una visión de la sociedad norcoreana, única y aislada.
En general, Pyongyang representa algo más que una capital geográfica: encarna la ideología política, la identidad cultural y la narrativa histórica de Corea del Norte. El desarrollo de la ciudad y su retrato de la vida norcoreana son esenciales para comprender las complejidades del régimen y su relación con la comunidad mundial.