La capital de Micronesia es Palikir, una pequeña pero importante ciudad situada en la isla de Pohnpei. Esta pintoresca capital fue designada como tal en 1989, en sustitución de la anterior, Kolonia. Enclavada en el norte de Pohnpei, Palikir está cerca de la hermosa Reserva Forestal Central de la isla de Pohnpei, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Esta exuberante reserva forestal alberga una gran biodiversidad, incluidas especies raras y endémicas, lo que la convierte en una importante zona ecológica para la conservación.
Palikir es el centro político y administrativo de los Estados Federados de Micronesia (EFM), que constan de cuatro estados: Pohnpei, Chuuk, Yap y Kosrae. Cada estado tiene su propio patrimonio cultural y sus contribuciones a la nación. Los Estados Federados de Micronesia son una nación independiente que suscribió un Pacto de Libre Asociación con Estados Unidos, que les permite disfrutar de ciertas ventajas económicas y acuerdos de defensa.
Aunque Palikir se caracteriza por tener una población relativamente pequeña -se calcula que unos 7.000 habitantes-, su papel como sede gubernamental la hace digna de mención. Dentro de sus límites se encuentran varios edificios gubernamentales esenciales, como el Capitolio Nacional, que alberga el Congreso de los Estados Federados de Micronesia, así como la oficina del Presidente. La ciudad también refleja el rico tapiz cultural de la nación, que se manifiesta a través de diversas prácticas tradicionales, vibrantes artes y costumbres locales.
La geografía de Palikir es muy interesante. La zona está rodeada de colinas escarpadas y es propensa a las lluvias tropicales, lo que le da un aspecto exuberante y crea bellos paisajes. Las montañas cercanas, incluida la imponente Pohnpei, contribuyen al impresionante telón de fondo de la ciudad. Este escenario natural contribuye al turismo de Micronesia, atrayendo a visitantes interesados en practicar senderismo, submarinismo y explorar la belleza natural de las islas.
En términos de accesibilidad, Palikir cuenta con unas infraestructuras limitadas en comparación con los grandes centros urbanos del mundo; sin embargo, es accesible a través del aeropuerto internacional de Pohnpei, que conecta la capital con otras islas y países. En el interior, la capital es relativamente pequeña, por lo que resulta práctico desplazarse a pie o en bicicleta.
En general, Palikir, aunque quizá menos conocida que otras capitales del mundo, desempeña un papel integral en la identidad y la gobernanza de los Estados Federados de Micronesia. Su combinación de belleza natural, significado cultural e importancia administrativa la convierten en una capital única en la región del Pacífico.