La capital de Dominica es Roseau, una vibrante ciudad situada en la costa suroeste de la isla. Esta bulliciosa ciudad no sólo es la capital política, sino también la ciudad más grande de Dominica, y constituye el corazón económico y cultural de la nación. Enclavada entre el mar Caribe y las exuberantes colinas verdes, Roseau ofrece un pintoresco paisaje típico de esta isla de impresionante belleza.
Históricamente, Roseau se fundó a principios del siglo XVIII y ha conocido varias fases de desarrollo influidas por el pasado colonial de la isla. El nombre de Roseau procede de la palabra francesa que significa "junco" y refleja la geografía local, ya que las orillas de los ríos de la zona están bordeadas de altos juncos. La propia Dominica fue bautizada por Cristóbal Colón cuando divisó la isla en domingo.
La arquitectura de Roseau es una mezcla de influencia colonial francesa y diseño tradicional caribeño. Se pueden encontrar edificios de madera de vivos colores, sello distintivo de la arquitectura caribeña, entre las estructuras históricas, como el Museo de Dominica, que merece una visita para los interesados en la rica historia de la isla. Los animados mercados y las bulliciosas calles de la ciudad son un testimonio de la cultura local, donde los visitantes pueden disfrutar de la cocina y la artesanía locales.
Roseau también sirve de punto de entrada para los turistas que exploran el increíble paisaje natural de Dominica. La isla es famosa por sus exuberantes bosques tropicales, impresionantes cascadas y manantiales geotérmicos, y a menudo se la conoce como la "Isla de la Naturaleza" del Caribe. Atracciones como el Lago Hirviente y el Parque Nacional Morne Trois Pitons, ambos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se encuentran no muy lejos de Roseau, lo que la convierte en una base ideal para aventuras de ecoturismo.
La ciudad también alberga varios festivales y actos culturales, como el Carnaval anual de la Mancomunidad de Dominica, conocido localmente como "Mas Domnik", que se celebra en febrero o principios de marzo. Este acontecimiento pone de relieve el rico patrimonio cultural de la isla, con vibrantes desfiles, música, bailes y máscaras tradicionales. Además, Roseau tiene una próspera economía local, con un comercio muy influido por la agricultura, el turismo y los servicios.
En términos de accesibilidad, Roseau cuenta con el aeropuerto Douglas-Charles, situado a poca distancia, que conecta la isla con los principales centros caribeños. A pesar de su crecimiento como capital, Roseau mantiene el encanto de una ciudad pequeña y ofrece un ambiente caribeño relajado, lo que la convierte en un destino atractivo tanto para residentes como para viajeros.