Fobos, que es uno de los dos satélites de Marte, fue descubierto por el astrónomo estadounidense Asaph Hall el 18 de agosto de 1877. El nombre Fobos se deriva de la palabra griega que significa "miedo", reflejando su asociación con el símbolo del miedo en la mitología griega, y está nombrado así por uno de los hijos de Ares, el dios griego de la guerra, que es equivalente al dios romano Marte. Fobos es el más grande de los dos satélites de Marte y es notable por su forma irregular y sus características superficiales.
Con un tamaño de aproximadamente 22 kilómetros de diámetro, Fobos es significativamente más pequeño que la luna de la Tierra y orbita Marte a una distancia excepcionalmente cercana, alrededor de 6,000 kilómetros sobre la superficie marciana. Esta proximidad es única entre los satélites del sistema solar porque Fobos orbita Marte más rápidamente de lo que el planeta gira sobre su propio eje, lo que lleva a fenómenos fascinantes. Por ejemplo, los observadores en la superficie marciana verían a Fobos salir por el oeste y ponerse por el este, contrario al movimiento celeste habitual.
Fobos presenta una superficie densamente cubierta de cráteres, con algunos de sus cráteres midiendo más de 8 kilómetros de diámetro. Una de las características más prominentes es el cráter Stickney, un enorme cráter de impacto que es casi la mitad del tamaño de Fobos. Esto sugiere que Fobos ha sufrido numerosas colisiones a lo largo de su historia, contribuyendo a su topografía desigual. La superficie de Fobos está cubierta por una fina capa de polvo compuesta de regolito, creado por el impacto de meteoritos.
Interesantemente, Fobos está espiralando lentamente hacia Marte y se prevé que choque con el planeta o se desintegre para formar un sistema de anillos en unos 50 millones de años. La superficie de la luna también está marcada por surcos y canales, que se cree que son el resultado de fuerzas de marea ejercidas por Marte, así como de impactos de escombros espaciales.
La exploración de Fobos ha sido un tema de interés para científicos y agencias espaciales. Misiones propuestas, como la misión Fobos-Grunt conjunta de Rusia y Japón y la misión de retorno de muestras de Fobos de la NASA, tienen como objetivo aprender más sobre esta intrigante luna y su posible historia, composición y las implicaciones para la exploración de Marte.