El título de animal terrestre más rápido es ostentado por el guepardo (Acinonyx jubatus), un gran félido que se encuentra principalmente en el África subsahariana y partes de Irán. Conocido por su increíble velocidad, el guepardo puede alcanzar velocidades de hasta 120 kilómetros por hora (75 millas por hora) en breves ráfagas, cubriendo distancias de hasta 460 metros (1,500 pies). Esta velocidad generalmente se logra en menos de tres segundos, convirtiéndolo en uno de los animales más rápidos del planeta.
Los guepardos tienen una estructura corporal única que contribuye a su notable velocidad. Poseen un marco ligero, patas largas y una columna vertebral flexible que les permite estirar su cuerpo mientras corren. Sus grandes pasajes nasales permiten una mayor entrada de oxígeno, y sus fibras musculares especializadas proporcionan la potencia explosiva necesaria para esprints. A diferencia de otros grandes felinos, los guepardos no tienen garras retráctiles; en su lugar, sus garras están parcialmente extendidas, lo que proporciona una mejor tracción mientras corren a altas velocidades.
Estos magníficos animales se han adaptado a su entorno de varias maneras. Sus distintivas franjas negras de lágrimas en la cara ayudan a reducir el deslumbramiento del sol, mejorando su enfoque durante las cacerías a alta velocidad. Los guepardos son principalmente diurnos, lo que significa que son más activos durante el día. Cazan principalmente por la mañana temprano y por la tarde cuando su agudeza visual es mejor.
Aunque los guepardos son increíblemente rápidos, su velocidad tiene limitaciones. Solo pueden mantener su velocidad máxima por distancias cortas (alrededor de 460 metros o 1,500 pies) debido a la rápida acumulación de ácido láctico en sus músculos, lo que lleva a la fatiga. Por esta razón, los guepardos a menudo emplean una estrategia de sigilo y emboscada, utilizando su aguda visión para detectar presas antes de hacer un sprint rápido.
Desafortunadamente, la población de guepardos ha estado disminuyendo debido a la pérdida de hábitat, conflictos entre humanos y vida silvestre, y la caza furtiva. Según las estimaciones recientes, quedan menos de 7,000 guepardos en la naturaleza, lo que los hace vulnerables y clasificados como vulnerables por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Los esfuerzos de conservación son cruciales para asegurar la supervivencia de estos animales increíbles, centrándose en la preservación del hábitat, el monitoreo de la población y la reducción de conflictos entre humanos y vida silvestre.