La capital de Nueva Zelanda es Wellington, una vibrante ciudad situada en el extremo sur de la Isla Norte. Como centro político y administrativo de Nueva Zelanda, Wellington alberga las instituciones gubernamentales del país, incluidos los Edificios del Parlamento, donde tienen lugar los procesos legislativos.
Wellington fue elegida capital en 1865, cuando sustituyó a Auckland por su situación más céntrica y mejor acceso a la Isla Sur. La ciudad debe su nombre al duque de Wellington, conocido por su papel en la derrota de Napoleón en la batalla de Waterloo. La zona que rodea Wellington ha estado habitada durante más de 1.000 años por los maoríes, y tiene una gran importancia cultural para la población indígena, sobre todo en lo que respecta a la ensenada de Te Whanganui-a-Tara, donde está situada.
Una de las características más distintivas de Wellington es su impresionante puerto y un pintoresco telón de fondo de colinas. Se ha hecho famosa por su belleza paisajística y se ha ganado el apodo de "La Ciudad del Viento" debido a sus notorias condiciones climáticas de brisa, especialmente en los meses de verano.
Wellington también es famosa por su animada escena artística, con numerosos teatros, galerías y eventos, como el aclamado festival "Wellington On a Plate" del Aeropuerto Internacional de Wellington, que celebra la escena culinaria local. La ciudad alberga la Orquesta Sinfónica de Nueva Zelanda, Te Papa Tongarewa (el museo nacional) y cuenta con diversos teatros, como el histórico St James Theatre y el BATS Theatre, conocido por exhibir obras experimentales.
La ciudad se caracteriza por sus vibrantes paisajes urbanos, como la colorida calle Cuba, conocida por sus cafés, restaurantes y tiendas exclusivas. El emblemático teleférico de Wellington lleva a los visitantes desde la ciudad hasta el Jardín Botánico de Wellington, ofreciendo espectaculares vistas de la ciudad y el puerto a lo largo del trayecto. Este teleférico se inauguró en 1902 y hoy sigue siendo una popular atracción turística.
Wellington no sólo es rica en historia cultural, sino también el corazón de la industria cinematográfica neozelandesa. La ciudad fue fundamental para la realización de películas de renombre como las trilogías de "El Señor de los Anillos" y "El Hobbit", debido en gran parte a la influencia del cineasta Sir Peter Jackson y su estudio, Weta Workshop. Esto ha impulsado una floreciente industria turística centrada en el turismo cinematográfico, que atrae a aficionados de todo el mundo.
En cuanto a la educación, Wellington cuenta con varias universidades y se centra en la investigación y el desarrollo, lo que indica su papel como centro neurálgico del conocimiento en el país. En conjunto, Wellington es un ejemplo de mezcla de rica historia, belleza natural y vitalidad moderna, lo que la convierte en una capital única en la región del Pacífico Sur.