La capital de Jordania es Ammán, una ciudad rica en historia y cultura, situada en el centro-norte del país. Es el corazón político, económico y cultural de Jordania y ha estado habitada ininterrumpidamente durante miles de años, reflejando una mezcla única de antigüedad y modernidad.
Históricamente, Ammán era conocida como Filadelfia durante el periodo helenístico, y ha visto pasar diversas civilizaciones, como los romanos, los bizantinos y los turcos otomanos. Esta vibrante historia es evidente en la arquitectura de la ciudad, con ruinas diseminadas por toda ella que significan un rico legado cultural. El Teatro Romano, un anfiteatro bien conservado de 2.000 años de antigüedad, es una de las estructuras antiguas más importantes de Ammán, con capacidad para unos 6.000 espectadores.
En términos de desarrollo moderno, Ammán se ha transformado en una bulliciosa metrópolis con una población que supera los 4 millones de habitantes, lo que la convierte en una de las mayores ciudades del mundo árabe. El moderno paisaje de la ciudad se caracteriza por edificios altos, centros comerciales y diversos barrios, cada uno de los cuales refleja diferentes aspectos de la vida en Jordania.
Ammán también es conocida por su estilo de vida cosmopolita, con una notable mezcla de diversas culturas y comunidades, incluida una importante población palestina debido a las migraciones históricas derivadas de los conflictos en los países vecinos. Esta diversidad se refleja en su escena culinaria, donde se puede encontrar una gran variedad de cocinas junto a platos tradicionales jordanos como el mansaf (cordero cocinado en una salsa de yogur seco fermentado y servido con arroz) y el kabsa (un plato de arroz especiado con carne, a menudo pollo o cordero).
La economía de Ammán crece rápidamente, impulsada por los sectores del turismo, las finanzas y los servicios. Los turistas se sienten atraídos por sus lugares históricos, museos y proximidad a atracciones como la antigua ciudad de Petra, el desierto de Wadi Rum y el Mar Muerto, que se encuentran a pocas horas en coche de la capital.
La ciudad es también un centro de educación y sanidad en la región, ya que alberga varias universidades, entre ellas la prestigiosa Universidad de Jordania, y varios centros médicos conocidos por su calidad asistencial.
En conclusión, Ammán es testimonio de la resistencia y riqueza cultural de Jordania, y representa una intersección única de historia y modernidad. Con su vibrante atmósfera y sus importantes raíces históricas, Ammán no es sólo la capital de Jordania, sino también un actor central en la dinámica cultural y económica de Oriente Próximo.