En genética, un alelo se define como una forma variante de un gen que se encuentra en una ubicación específica (locus) en un cromosoma. Los genes son segmentos de ADN que proporcionan las instrucciones para construir proteínas, las cuales desempeñan roles esenciales en la estructura y función del cuerpo. Cada gen puede existir en múltiples formas; estas diferentes formas son a las que nos referimos como alelos.
Para cada gen, un individuo hereda dos alelos, uno de cada padre. Estos alelos pueden ser idénticos (homocigotos) o diferentes (heterocigotos). La combinación de alelos que tiene una persona puede influir en varios rasgos, como el color de los ojos, el tipo de sangre y la susceptibilidad a ciertas enfermedades. Por ejemplo, el gen que determina el grupo sanguíneo ABO existe en tres alelos: A, B y O. La combinación de estos alelos determinará el tipo de sangre de un individuo.
Los alelos pueden categorizarse como dominantes o recesivos. Un alelo dominante es aquel que expresa su rasgo incluso si solo hay una copia presente, mientras que un alelo recesivo solo expresará su rasgo si ambas copias están presentes. Esta interacción de alelos dominantes y recesivos forma la base de la herencia mendeliana, que explica cómo se transmiten los rasgos de padres a hijos.
Las mutaciones pueden llevar a la generación de nuevos alelos al cambiar la secuencia de ADN dentro de un gen. Estas mutaciones pueden ser beneficiosas, neutrales o dañinas, dependiendo de cómo afecten al organismo. Por ejemplo, una mutación que conduce a una forma más efectiva de una proteína podría proporcionar una ventaja de supervivencia al organismo, mientras que una mutación perjudicial podría resultar en un trastorno genético.
Comprender los alelos es crucial en campos como la genética, la medicina y la agricultura. Los genetistas estudian los alelos para entender enfermedades hereditarias y desarrollar terapias específicas. En agricultura, los científicos pueden seleccionar alelos específicos para criar plantas o animales con características deseables, como resistencia a enfermedades o mayor rendimiento. El estudio de los alelos también forma la base de la genética de poblaciones, que examina la frecuencia de diferentes alelos dentro de poblaciones y cómo cambian con el tiempo debido a factores como la selección natural y la deriva genética.