El tipo más común de elemento en la tabla periódica son, de hecho, los metales. Para entender la prevalencia de los metales, primero debemos profundizar en la clasificación de los elementos que componen la tabla periódica, que consta de más de 118 elementos conocidos. Los elementos se pueden clasificar en tres tipos principales: metales, no metales y metaloides. Entre estas categorías, los metales son los más abundantes y ocupan la mayor parte de la tabla periódica.
Los metales se caracterizan por ciertas propiedades que los hacen distintos de los no metales y los metaloides. Suelen ser brillantes, maleables y dúctiles, lo que significa que pueden moldearse y estirarse en hilos sin romperse. Los metales también tienden a ser buenos conductores de electricidad y calor, lo que explica por qué se utilizan ampliamente en cableado eléctrico y aparatos de calefacción. Además, los metales tienen puntos de fusión y ebullición relativamente altos, así como densidades elevadas.
Los elementos de la tabla periódica están dispuestos en orden de número atómico creciente, y los grupos de metales se pueden encontrar en varias regiones. La mayoría de los metales se encuentran en el lado izquierdo y en el centro de la tabla periódica. Por ejemplo, los metales alcalinos, como el litio (Li), el sodio (Na) y el potasio (K), se encuentran en el grupo 1. Los metales de transición, como el hierro (Fe), el cobre (Cu) y el oro (Au), forman el bloque central de elementos. Los lantánidos y actínidos, que incluyen elementos como el cerio (Ce) y el uranio (U), también se clasifican como metales y suelen encontrarse en la parte inferior de la tabla.
Curiosamente, los metales también juegan un papel esencial en varios procesos industriales. Por ejemplo, el aluminio, que es el tercer elemento más abundante en la corteza terrestre, se utiliza por sus propiedades ligeras en la fabricación de aviones y materiales de embalaje. Además, los metales como el hierro son críticos para la construcción debido a su resistencia y durabilidad. El oro y la plata no solo son valiosos por sus cualidades estéticas, sino que también poseen propiedades únicas que los hacen valiosos en electrónica y joyería.
Dado que aproximadamente el 75% de los elementos conocidos son metales, es evidente que son un componente fundamental de la tabla periódica. Su dominio es el resultado de su estructura atómica y su capacidad para interactuar con otros elementos, lo que permite innumerables aplicaciones cotidianas y avances tecnológicos. En general, como el tipo de elemento más común, los metales tienen un impacto significativo tanto en la naturaleza como en la civilización humana.