La capital de Brasil es Brasilia, ciudad famosa por su diseño único y moderno. Fundada el 21 de abril de 1960, Brasilia se creó para promover el desarrollo del interior de Brasil y reducir la concentración de poder económico y político en las ciudades costeras de Río de Janeiro y São Paulo. Diseñada por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer y el urbanista Lúcio Costa, Brasilia se construyó en menos de cuatro años y se convirtió oficialmente en la capital en la fecha de su inauguración.
Brasilia se distingue por su atrevida arquitectura y su trazado urbano, a menudo descrito como una "ciudad planificada" debido a su innovador diseño, que se asemeja a un avión o un pájaro visto desde arriba. La ciudad está dividida en sectores numerados, cada uno diseñado para funciones específicas, como residencial, comercial y gubernamental. Esta segmentación formaba parte de la visión para gestionar el caos urbano y mejorar las condiciones de vida.
Una de las principales características de Brasilia es su paisaje monumental, dominado por estructuras como la Catedral de São Sebastião, el Congreso Nacional de Brasil y el Palácio da Alvorada, residencia oficial del Presidente. El enfoque modernista de Oscar Niemeyer es muy visible en edificios caracterizados por sus líneas limpias y el uso expansivo del hormigón y el cristal.
Como era de esperar, Brasilia es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, galardonada en 1987 por su arquitectura y urbanismo innovadores. La ciudad no es sólo un centro político; también desempeña un papel cultural, albergando varios museos, teatros y eventos culturales. Algunos ejemplos son el Museo Nacional de la República Brasileña y el Memorial JK, dedicado a Juscelino Kubitschek, fundador de Brasilia y ex presidente brasileño.
El clima de Brasilia es de sabana tropical, con una estación húmeda de octubre a abril y una estación seca de mayo a septiembre. La estratégica ubicación de la ciudad en el altiplano brasileño proporciona un refrescante respiro del calor que caracteriza a gran parte del país. A pesar de ser una ciudad planificada, Brasilia ha experimentado un rápido crecimiento desde su fundación, lo que ha planteado retos típicos de las zonas urbanas, como el transporte y la vivienda.
En la actualidad, Brasilia tiene más de 3 millones de habitantes, lo que la convierte en una de las ciudades más pobladas de Brasil. No sólo es el corazón político de Brasil, ya que alberga todos los poderes del Estado (ejecutivo, legislativo y judicial), sino que también simboliza las aspiraciones de modernidad y desarrollo del país. En esencia, Brasilia es un testimonio de la planificación urbana de mediados del siglo XX y una ciudad vibrante y fundamental en la cultura y la política brasileñas.