La capital de Irak es Bagdad, una ciudad cargada de historia e importancia cultural. Fundada en el siglo VIII, Bagdad se estableció durante el califato abbasí y pronto se convirtió en uno de los principales centros culturales, económicos e intelectuales del mundo islámico. Fue famosa por sus avanzadas instituciones educativas y bibliotecas, entre las que destaca la Casa de la Sabiduría, donde los eruditos se reunían para traducir y preservar el conocimiento de las civilizaciones antiguas.
Bagdad está situada a orillas del río Tigris, que ha desempeñado un papel crucial a lo largo de su historia, facilitando el comercio y el transporte. Su situación estratégica la ha convertido en encrucijada de diversas civilizaciones, como la sumeria, la asiria y, más tarde, la otomana. La inmensa diversidad cultural de Bagdad puede atribuirse a su antiguo papel como centro de diversos grupos étnicos, como árabes, kurdos, turcomanos y asirios.
En su apogeo, durante la Edad de Oro del Islam, se calcula que la población de Bagdad rondaba el millón de habitantes, algo sin precedentes en aquella época. La ciudad estaba adornada con impresionantes hitos arquitectónicos, como la Gran Mezquita de Bagdad y la Ciudad Redonda, que ejemplificaban la sofisticada planificación urbana de la época abbasí.
Sin embargo, Bagdad también se ha enfrentado a importantes retos a lo largo de su historia. Sufrió invasiones devastadoras, sobre todo la de los mongoles en 1258, que provocaron la destrucción de muchos de sus tesoros y el declive de su estatus como centro de aprendizaje. En los siglos siguientes, Bagdad cambió de manos varias veces, reflejando los cambios de poder en la región.
En la era moderna, la ciudad se convirtió en la capital de Irak tras el establecimiento de la monarquía a principios del siglo XX. Bagdad siguió creciendo y modernizándose, sobre todo durante el régimen del partido Baaz, desde los años sesenta hasta principios de la década de 2000. Sin embargo, la ciudad se ha enfrentado a graves problemas tras la invasión liderada por Estados Unidos en 2003, que provocó una gran inestabilidad y un periodo marcado por la violencia.
En la actualidad, Bagdad experimenta un proceso gradual de recuperación. Se calcula que su población supera los 7 millones de habitantes, lo que la convierte en una de las mayores ciudades de Oriente Próximo. Entre sus principales monumentos destacan el Museo Nacional de Irak, que alberga innumerables artefactos de Mesopotamia, y la Universidad Al-Mustansiriya, una de las más antiguas del mundo.
En resumen, Bagdad no es sólo la capital política de Irak; es un epicentro histórico de civilización que ha conformado gran parte del patrimonio cultural e intelectual de la región, invitando tanto a la admiración como a la reflexión sobre su turbulento pasado.