La capital de Malta es La Valeta, una ciudad rica en historia y cultura que ha merecido ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Fundada en el siglo XVI, debe su nombre a Jean Parisot de la Valette, Gran Maestre de los Caballeros de San Juan, que desempeñó un papel crucial en la defensa de las islas maltesas contra el Imperio Otomano durante el Gran Asedio de 1565.
La Valeta es famosa por sus maravillas arquitectónicas bien conservadas, que reflejan diversos estilos, desde el Barroco hasta el Renacimiento. La ciudad sólo tiene unos 0,8 km², lo que la convierte en una de las capitales más pequeñas de Europa, y sin embargo presume de un amplio abanico de monumentos históricos y culturales, entre los que destaca la Concatedral de San Juan, famosa por su impresionante arquitectura barroca y sus pinturas de Caravaggio. Esta catedral fue construida por los Caballeros de San Juan y es un buen ejemplo de su riqueza e influencia durante su reinado.
La ciudad está rodeada de impresionantes fortificaciones, construidas para proteger a sus habitantes de los invasores. Los bastiones, murallas y demás arquitectura militar ofrecen unas vistas extraordinarias del Gran Puerto y sus alrededores. Los Jardines de la Alta Barracca, por ejemplo, ofrecen un ambiente sereno junto a espectaculares panorámicas del puerto, lo que los convierte en un destino popular tanto para los lugareños como para los turistas.
Además de su importancia histórica, La Valeta es un vibrante centro cultural. Acoge numerosos festivales, como el Festival de Cine de La Valeta y la Noche en Blanco, una noche en la que museos, galerías y espacios públicos permanecen abiertos hasta tarde, presentando arte, música y actuaciones. La Valeta también ejerce de capital cultural de Europa, título que ostentó en 2018, atrayendo aún más visitantes a sus calles adoquinadas y a su próspera escena artística.
La estratégica ubicación de la ciudad en el mar Mediterráneo la ha convertido en un importante centro militar y naviero a lo largo de la historia, influyendo en las diversas culturas y pueblos que se han asentado en ella, como los fenicios, los romanos y los británicos. Hoy, La Valeta sigue encarnando esta mezcla de culturas, con sus edificios históricos que albergan modernas tiendas, cafés y restaurantes, convirtiéndola en un lugar único donde conviven la vida antigua y la contemporánea.
Además, La Valeta es el centro administrativo del gobierno maltés y alberga importantes instituciones como el Parlamento de Malta y la Oficina del Primer Ministro. Con su pequeña huella geográfica pero su enorme importancia histórica y relevancia contemporánea, La Valeta no es sólo la capital de Malta, sino también un símbolo de la resistencia y riqueza cultural de la nación.