La primera mujer en viajar al espacio fue Valentina Tereshkova, una cosmonauta soviética que voló a bordo de Vostok 6 el 16 de junio de 1963. Nacida el 6 de marzo de 1937 en la ciudad de Yaroslavl, Rusia, Tereshkova no solo fue una pionera en la exploración espacial femenina, sino también una atleta y ingeniera consumada.
Antes de su histórico vuelo, Tereshkova era una hábil paracaidista y había participado en numerosas competiciones de paracaidismo, lo que llamó la atención del programa espacial soviético. Se postuló para convertirse en cosmonauta y, entre miles de solicitantes, su formación como trabajadora en una fábrica textil y su interés por el vuelo la convirtieron en una candidata perfecta.
La misión de Valentina Tereshkova duró casi tres días, durante los cuales orbitó la Tierra 48 veces, alcanzando altitudes de hasta 230 kilómetros. El propósito principal de su misión era evaluar las capacidades de las mujeres en el espacio y llevar a cabo varios experimentos científicos. Notablemente, también realizó pruebas médicas para recopilar datos sobre los efectos del vuelo en el cuerpo femenino.
Al regresar a la Tierra, Tereshkova se convirtió en un símbolo de las capacidades de las mujeres, inspirando a generaciones de mujeres a seguir carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Después de su vuelo espacial, continuó trabajando dentro del gobierno soviético y abogó por los derechos de las mujeres en su país y en el extranjero.
Además de su logro histórico como cosmonauta, Valentina Tereshkova ha recibido numerosos reconocimientos y honores, incluidos el Héroe de la Unión Soviética, el Premio Estatal de la URSS y medallas de varios países por sus contribuciones a la exploración espacial. También fue miembro del Parlamento soviético y ha tenido varios cargos políticos a lo largo de su vida.
El legado de Tereshkova no solo está marcado por su vuelo, sino también por su dedicación de toda la vida a promover los derechos de las mujeres y su participación en campos comúnmente dominados por hombres. Su nombre es venerado en la historia de la exploración espacial, representando un paso significativo hacia la igualdad de género en la ciencia y la tecnología.