La capital de los Estados Unidos de América es Washington, D.C., a menudo denominada simplemente D.C. Esta ciudad, situada a orillas del río Potomac, entre Maryland y Virginia, es el corazón político de la nación. Establecida por la Constitución para ser la sede del gobierno federal, Washington D.C. fue creada para servir de terreno neutral que no favoreciera a ningún estado sobre otro. El terreno fue seleccionado en 1790 por el Presidente George Washington y se fundó oficialmente el 16 de julio de 1790.
Washington D.C. es única en el sentido de que no forma parte de ningún estado, sino que es un distrito federal gobernado por el Congreso. Este estatus único fue el resultado del deseo de los Padres Fundadores de evitar que la sede del gobierno se ubicara en un solo estado, lo que podría dar lugar a conflictos de intereses. El distrito alberga los tres poderes del gobierno de Estados Unidos: el Ejecutivo, en la Casa Blanca; el Legislativo, en el Capitolio; y el Judicial, en el Tribunal Supremo.
Una de las características más reconocibles de Washington D.C. es el National Mall, un gran parque público que se extiende desde el Capitolio hasta el Monumento a Lincoln y está rodeado de otras estructuras y monumentos emblemáticos. Entre los monumentos más destacados de la ciudad figuran el Monumento a Washington, que rinde homenaje a George Washington, y el Monumento a Jefferson, dedicado a Thomas Jefferson, ambos importantes personajes de la historia estadounidense. El Monumento a Lincoln es especialmente famoso por su grandiosa arquitectura y el conmovedor mensaje de unidad que encarna.
Además de su papel como capital del país, Washington D.C. es también un centro cultural; alberga numerosos museos, galerías e instituciones, muchos de los cuales forman parte de la Smithsonian Institution, como el Museo Nacional de Historia Americana y el Museo Nacional del Aire y el Espacio. Estas instituciones atraen cada año a millones de visitantes que vienen a conocer la diversa historia y cultura de Estados Unidos.
La población de Washington D.C. es de aproximadamente 700.000 habitantes, cifra que aumenta durante la semana laboral con la llegada a la ciudad de empleados del gobierno y visitantes. La demografía de la ciudad es diversa, lo que refleja su condición de centro mundial de poder y diplomacia, además de ser sede de numerosas organizaciones internacionales, entre ellas el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Washington D.C. es también un importante escenario político y el telón de fondo de muchos acontecimientos importantes de la historia de Estados Unidos, como inauguraciones presidenciales, marchas y movimientos en defensa de los derechos civiles y el cambio social. La ciudad se ha convertido en sinónimo de poder político y activismo, encarnando el espíritu de la democracia y el compromiso cívico.
En definitiva, Washington D.C. no es sólo la capital política de Estados Unidos, sino también un símbolo de la historia, la cultura y los ideales de la nación, lo que la convierte en un centro vital de la vida estadounidense.