Un equipo de fútbol estándar consiste en 11 jugadores en el campo en cualquier momento durante un partido. Esta formación es fundamental para el juego y se mantiene en todos los partidos competitivos oficiales gobernados por la FIFA y otras organizaciones de fútbol líderes en todo el mundo. Cada equipo suele estar compuesto por 10 jugadores de campo y un portero.
El papel del portero es fundamental, ya que es el único jugador que puede manejar el balón con las manos, pero solo dentro del área de penalti. Los otros diez jugadores tienen diversas responsabilidades que incluyen anotar, defender y controlar el juego. Los jugadores de campo generalmente se clasifican en defensores, centrocampistas y delanteros, cada uno con roles específicos. Los defensores protegen principalmente la portería de los jugadores contrarios, los centrocampistas actúan como un enlace entre la defensa y el ataque, y los delanteros se enfocan principalmente en marcar goles.
Además de los 11 jugadores en el campo, los equipos de fútbol a menudo tienen una serie de sustitutos disponibles en la línea de banda. Estos sustitutos pueden ser sustituidos en el juego durante los intervalos o cuando un jugador se lesiona, lo que permite a los equipos ajustar su estrategia o responder al desarrollo del juego. El número de sustitutos permitidos puede variar según las regulaciones de la liga o el torneo. Sin embargo, las reglas internacionales estándar permiten hasta tres sustituciones en los partidos regulares, mientras que en algunas competiciones puede permitirse un número adicional de sustituciones bajo ciertas circunstancias, como el tiempo extra.
Curiosamente, el concepto de un equipo compuesto por 11 jugadores tiene raíces históricas. El juego moderno de fútbol tal como lo conocemos hoy se consolidó a finales del siglo XIX, principalmente en Inglaterra. La decisión sobre el formato de once se basó en gran medida en aspectos prácticos, adaptándose a las condiciones de juego y al espacio disponible, a la vez que promovía un equilibrio entre el juego ofensivo y defensivo.
El fútbol sigue siendo uno de los deportes más populares a nivel mundial, con millones de jugadores que participan en varios niveles, desde ligas amateurs hasta equipos profesionales. El estándar de tener 11 jugadores en cada equipo se ha convertido en una característica definitoria del deporte, contribuyendo a su estructura y dimensión estratégica.