La capital de Bélgica es Bruselas, ciudad que ejerce de capital de facto de la Unión Europea (UE) y es conocida por su rica historia y vibrante cultura. Bruselas está situada en la parte central de Bélgica y es una de las tres regiones del país, junto con Flandes y Valonia.
Bruselas no sólo es el corazón político de Bélgica, sino que también desempeña un papel crucial en los asuntos europeos e internacionales. Es la sede de varias instituciones clave, como la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y la OTAN. La presencia de estas organizaciones ha contribuido significativamente al ambiente cosmopolita de la ciudad, atrayendo a diplomáticos, políticos y empresarios de todo el mundo.
Históricamente, Bruselas ha sido un crisol de diferentes culturas e influencias, reflejo de la diversidad lingüística de Bélgica. La ciudad es oficialmente bilingüe, y tanto el gobierno como las instituciones públicas hablan francés y neerlandés. Esta dualidad es motivo de orgullo para muchos de sus habitantes y contribuye al carácter único de la ciudad.
Arquitectónicamente, Bruselas presume de una impresionante mezcla de estilos antiguos y modernos. La Grand Place, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se considera la plaza central de Bruselas y es famosa por sus bellos gremios y el Ayuntamiento, que data del siglo XV. La plaza acoge a menudo eventos y mercados de flores, lo que refuerza su condición de corazón de la ciudad.
El Atomium, edificio emblemático construido para la Exposición Universal de Bruselas de 1958, es otro símbolo de la ciudad. Su diseño se asemeja a un cristal de hierro aumentado 165.000 millones de veces, y se ha convertido en un popular destino turístico que ofrece vistas panorámicas de Bruselas desde sus esferas.
Bruselas también es famosa por sus delicias culinarias. Es conocida por sus platos tradicionales como moules-frites (mejillones con patatas fritas), gofres y una gran variedad de chocolates decadentes. Además, la cerveza artesanal es una parte importante de la cultura belga, y Bruselas cuenta con una gran variedad de cervecerías y bares donde los visitantes pueden degustar las cervezas locales.
La escena cultural de Bruselas es vibrante, con numerosos museos, teatros y galerías. El Palacio Real de Bruselas es el palacio oficial de los Reyes de Bélgica y está rodeado de hermosos jardines accesibles al público. El Museo Magritte expone las obras del famoso artista surrealista René Magritte, lo que pone aún más de relieve el patrimonio artístico de la ciudad.
En cuanto al transporte, Bruselas está bien comunicada, con un amplio sistema de transporte público que incluye autobuses, tranvías y metro. El aeropuerto de Bruselas es también un importante centro internacional, lo que facilita el acceso de los viajeros a la ciudad.
En resumen, Bruselas no es sólo la capital de Bélgica; es una ciudad rica en historia, cultura e importancia política. Su mezcla de estilos arquitectónicos, su variada oferta culinaria y su papel como centro de gobierno europeo la convierten en un destino fascinante tanto para turistas como para residentes.