La capital de Omán es Mascate, una ciudad que no sólo tiene importancia política, sino también cultural e histórica. Mascate está situada en la costa del golfo de Omán, rodeada de montañas escarpadas y las azules aguas del mar, que proporcionan un impresionante telón de fondo a la ciudad. El nombre "Mascate" deriva de la palabra árabe "Maqsat", que significa "el lugar donde se llega". Este nombre refleja el papel histórico de la ciudad como puerto crucial para comerciantes y viajeros.
Mascate tiene una rica historia que se remonta a miles de años, con evidencias de asentamientos humanos en la región ya en el 5000 a.C. A lo largo de los siglos, la ciudad ha recibido la influencia de varias culturas y civilizaciones, como la persa, la portuguesa y la otomana, que han dejado su impronta en la arquitectura y el patrimonio de la región. Uno de los lugares históricos más notables es la Gran Mezquita del Sultán Qaboos, terminada en 2001, una maravilla arquitectónica con una impresionante mezcla de diseño islámico moderno y tradicional.
La belleza natural de Mascate se complementa con su vibrante cultura. La ciudad acoge varios festivales y acontecimientos a lo largo del año, reflejo de las tradiciones y costumbres omaníes. Los zocos (mercados) de Mascate, como el de Mutrah, ofrecen una visión de la vida y el comercio locales, con una amplia variedad de productos, desde especias y textiles hasta artesanía tradicional omaní. Los bulliciosos mercados son populares entre turistas y lugareños por igual, y proporcionan una experiencia sensorial llena de aromas, colores y sonidos.
Además de su rica historia y cultura, Mascate se ha convertido en una ciudad moderna con servicios contemporáneos. Es conocida por sus bien mantenidas infraestructuras, que incluyen excelentes carreteras, instalaciones sanitarias e instituciones educativas. La ciudad es también el centro económico de Omán, y contribuye significativamente al PIB del país a través de sectores como el turismo, el petróleo y la logística.
El clima de Mascate se caracteriza por veranos calurosos e inviernos suaves, lo que la convierte en un destino popular para quienes buscan calor y sol. La mejor época para visitarla es entre octubre y marzo, cuando el tiempo es agradablemente cálido, ideal para explorar la ciudad y sus alrededores.
En general, Mascate representa una mezcla única de lo antiguo y lo nuevo, donde las tradiciones ancestrales coexisten con las influencias modernas. Ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar su rico patrimonio al tiempo que disfrutan de las comodidades de la vida moderna. Como capital, Mascate se erige en símbolo de la identidad y las aspiraciones de Omán en los escenarios regional y mundial.